Honduras: la farsa de la guerra contra las drogas y la narcodemocracia

Honduras a partir del golpe de estado de 2009 fue convertida en un laboratorio político, siendo posible condensar la historia de la última década, en un narcocorrido donde las bandas del carro azul y rojo se dedicaron al narcotráfico y el saqueo del país; todo bajo la discreta mirada y complicidad de las administraciones de Obama y Trump.

¿Se tambalea el narcoestado?

La permanente crisis en el laboratorio político conocido como Honduras, tiende cada día a ser más complicado ante el debacle que ha surgido como consecuencia de la inocultable narcoactividad de funcionarios asociados al actual régimen y el apoyo político brindado por el actual gobierno de los Estados Unidos a una de sus colonias “favoritas” en su patio trasero.

La denominada “caravana de migrantes” que sacó a flote el éxodo permanente desde Centroamérica, consecuencia de la violencia y desempleo, colocó una vez más a la corrupción y el narcotráfico como resortes de la crisis permanente en que se encuentran sumidos los países del triángulo dela muerte (norte) de Centroamérica.

Keybridge Communication y el lavado de imagen de la “narcodemocracia” hondureña

Desde el 7 de agosto de 2016, la firma de relaciones públicas Keybridge Communications fue contratada por el gobierno de Honduras para proveer el servicio de alcance de medios y monitoreo, con el propósito de lavar la imagen de la actual administración gubernamental, afectada por el involucramiento de funcionarios estatales en el crimen organizado, además de los altos índices de violencia que padecemos los hondureños, situación que definitivamente afecta la imagen del país y ahuyenta las inversiones extranjeras.

Keybridge en su pagina web señala que “nuestro equipo de escritores, diseñadores, expertos en web y estrategas de medios se especializa en dar forma a las noticias”. En otras palabras Keybridge se ha dedicado en los últimos meses desde Washington a influir los medios de comunicación sobre los hipotéticos logros de la administración de Juan Orlando Hernandez en cuanto el descenso de la violencia en el país y los ficticios logros en relación a la guerra contra las drogas.

La república mafiosa, el fracaso de la guerra contra las drogas y la persecución al movimiento social

El golpe de Estado en Honduras promovido por la administración Clinton-Obama sirvió para que el crimen organizado terminara de apoderarse del país, especialmente de la costa norte, donde venían gestando sus feudos con la cooperación de las fuerzas de seguridad y el poder judicial. La república mafiosa que padecemos en Honduras en cierta forma es consecuencia de la enorme farsa en que se ha convertido la guerra contra las drogas; al mismo tiempo que la persecución frontal que existe contra defensores de los bienes comunes –

Alerta: nueva invasión al territorio garífuna de Vallecito, Colón

En horas de la tarde del día de ayer, un grupo de campesino invadió las Empresas Asociativas Garífunas de Vallecito; en está ocasión aparentemente apoyados por la Municipalidad de Bonito Oriental, la cual les proporcionó un vehículo para transportar a los «campesinos» al lugar de los hechos.
Desde el año 1996, cuando las seis empresas asociativas recibieron su reconocimiento jurídico por parte del Instituto Nacional Agrario (INA), comenzaron las presiones territoriales, siendo Miguel Facussé el primer invasor, hasta que un fallo de la Corte Suprema de Justicia frenó sus ambiciones de convertir el paraje en una plantación de palma africana.

Honduras: Narco policía y la farsa de la guerra contra las drogas.

La revelación del diario estadounidense New York Times del pasado 16 de abril, en las que sale a flote la implicación de altos mandos de la policía hondureña en los asesinatos de oficiales antidrogas, incluyó los nombres de los generales en cuestión, que habían sido omitidos en una supuesta investigación publicada a inicios del mes de abril por el diario El Heraldo de Tegucigalpa.
Simultáneamente el diario La Tribuna difundió un informe presentado por el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, el cual señala que en los los últimos ocho años elementos de la Policía Nacional han ejecutado a 591 ciudadanos.